Es el sueño materializado de Oriol Balaguer y Marta Rams. Un bar de tapas para ofrecer lo que a ellos les gusta recibir cuando visitan otros establecimientos. Quatre Coses (Consell de Cent, 329. Barcelona) es una buena lectura de los actuales gustos y hábitos que se alejan de lo pomposo y pretencioso para apreciar el lujo de la sencillez, del buen producto y de la informalidad.
Producto, tradición y un punto más. Así define el propio Balaguer este ilusionante proyecto que se suma a sus otros cinco establecimientos en marcha (dos pastelerías en Madrid, dos en Barcelona y una panadería también en la ciudad cordal).
Y es que en ese punto extra se concentran mucho más que cuatro cosas. Pidan las berenjenas asiáticas, y las croquetas de rostit, y pidan la tortilla de patatas cubierta de un alioli realmente mágico, y los buñuelos de bacalao con mayonesa de miel, y la rillete de José Romero... Todo ello en un ambiente agradable y con un servicio diligente y amable.
Las inevitables expectativas dulces, tratándose de Oriol Balaguer, quedan más que satisfechas en un local en el que además de desayunar, hacer el aperitivo, comer, merendar y cenar, el visitante puede llevarse a casa una excelsa representación de su afamada pastelería, panettone y panes especiales incluidos. Y que el propio anfitrión te termine en directo y en la barra su impagable tatin caramelizada o su mítico Texturas de chocolate es sencillamente un puntazo.
¿Hay acaso mayor lujo que degustar un postre de uno de los mejores pasteleros del mundo a cualquier hora?