En 2008 la internacionalización era un valor claramente al alza. Por un lado, la revolución bulliniana se había extendido ya por todo el mundo y eran muchos los ojos que se posaban en nuestro país con interés. Pero es que además la inquietud y pasión de los cocineros de nuestro país nos llevaba más que nunca a conocer gastronomías y productos de otros países. Ese año, un exbulliniano como René Redzepi comenzaba a dar mucho de qué hablar con la nueva cocina nórdica, y por primera vez se celebraba en Perú el macroevento gastronómico Mistura. Además, Alex Atala daba a conocer con gran éxito el potencial que escondía la despensa amazónica, con productos como la aromática priprioca.
Se globalizaba el conocimiento de ingredientes, y aparecían en cocinas patrias técnicas exóticas de origen ancestral. Todo ello favorecido también por una mayor conectividad, gracias a la popularización de las nuevas tecnologías y a la aparición de las redes sociales: Twitter había nacido en 2006 y Facebook estaba en castellano desde 2007.
La mirada de los cocineros españoles navegaba más y mejor entre todo lo que sucedía en elBulli y la ebullición que llegaba de fuera. Saber y Sabor no es ajena a este interés, alternando reportajes a chefs nacionales (Paco Pérez, Mario Sandoval, Ramón Freixa) junto a artículos a profesionales internacionales que despuntaban (Alex Atala y René Redzepi), y a cocineros más que consolidados, como Michel Bras o Michel Guérard, al que dedicamos una larga entrevista cargada de reflexiones clarividentes en torno al producto, a la cocina francesa, a la escuela bulliniana, o al lujo.
Michel Guérard en Saber y Sabor #99 [Descargar PDF, 6 Mb]
Guérard no solo compartió con nosotros dos de sus recetas para Le Prés d’Eugénie (Les Landes) sino que nos regaló una gran definición del rigor y talento de Ferran Adrià: “ágil alquimista, inventor de nuevas sensaciones, fonámbulo del Cirque du Soleil, que nos ha dado a cada uno de nosotros los medios para renovarnos. Sus fundamentos rigurosamente clásicos han permitido a su don de invención loca devolver el sueño a lo palpable, evitando, con habilidad, la trama del aprendiz de brujo”.