En apenas unos meses hemos visto nacer a un buen número de restaurantes de gran interés por todo el país. Las propuestas llaman la atención por lo distintas que son unas de otras: desde gastronómicos que reflexionan en torno a la cocina andalusí (Noor) hasta revisiones actualizadas de la cocina brasileña (Alquimia FoGo) o de la cocina de mercado gallega (Atlántico Casa de Petiscos), sin olvidarnos de las tapas creativas de Bibo en Madrid, las rendiciones ante las carnes envejecidas (Lomo alto) o incluso hacia el pulpo de aire lúdico y viajero (Bobo Pulpín, del que hablamos en este Saber y Sabor 159).
Son tantos y tan notables los restaurantes que adornan el panorama gastronómico español que pudiera parecer que ya no basta solo con cocinar bien para llenar un restaurante. En estos momentos, la línea que separa a un nuevo restaurante del éxito o del fracaso está muy asociada a la autenticidad y originalidad de su propuesta. Y de allí la proliferación de cocinas cargadas de personalidad y bien acompañadas de un entorno cuidado al detalle.
Más que nunca, toca preguntarse qué lleva a un comensal a escoger entre las muchas opciones que se le plantean. Es evidente, que juega aquí un enorme papel el esfuerzo en comunicar bien aquello que se está realizando, no solo a través de redes, sino también a través de los medios. Pero es también importante recordar la importancia fundamental de construir una experiencia tan única como auténtica y respetuosa. Porque en el boom de los nuevos conceptos, no todo vale.