Alex Clavijo riendas en mano, el pasado lunes 4 de julio el restaurante Shoko de Barcelona acogió una fiesta de la cocina por todo lo alto. El motivo además no podía ser más noble: recaudar fondos para construir una escuela en una de las zonas afectadas por el terremoto que sufrió Ecuador la primavera pasada. Diez cocineros de primer nivel, pero que quizá no suelen llenar páginas de dominicales ni carteles de mediáticos congresos de cocina, fueron los responsables de ofrecer un menú inspirado en el país latinoamericano y con el que demostraron las muchas posibilidades que ofrece esta cocina.
La velada, a la que acudieron más de un centenar de personas, entre amigos cocineros, consulado de Ecuador y autoridades, empresas colaboradoras e invitados en general, se convirtió en una exhibición de camaradería entre un grupo de cocineros muy bien avenido que, con una excepcional profesionalidad, sirvieron prácticamente en directo una docena de platos de gran nivel, entre los que se encontraban toda clase de reinterpretaciones de ceviches, yapingachos, encebollados, bolones, chivos, humitas y otros platos e ingredientes típicos del país ecuatoriano.
Aunque quizá la previsión de asistencia era todavía mayor, el sabor de boca que dejó la velada fue inmejorable. Alex Clavijo, el chef del restaurante Va de Bacus (Sant Cugat, Barcelona) consiguió involucrar a profesionales colegas que compartieron cartel junto a él, empezando por el propio Gabriel Conti, chef del restaurante Shoko de Barcelona, y continuando por David García (Grup Tomàs), Juan Manuel Salgado (Plassohla), Germán Espinosa (Fonda España), María Espín, Carlos Fernández (Hotel Condes de Barcelona), Albert Ortiz (Axol), Vanessa Merino (Almosta) y Cucho Puig (Asador de Aranda).
Misión holgadamente cumplida, y con la vista puesta en una cena similar, a realizar esta vez en Madrid, probablemente el próximo mes de Septiembre. La fórmula se ha demostrado inmejorable para poner a prueba el talento y la camaradería de profesionales de cocina, además de colocar la gastronomía al servicio de grandes causas. Desde Saber y Sabor, no nos queda más que aplaudir la iniciativa y animaros a todos a estar atentos a las próximas convocatorias que proponga este chef. Ojalá veamos pronto en Madrid un clima similar de conexión entre grandes profesionales que no siempre tienen la oportunidad de demostrar por qué ocupan puestos tan relevantes entre los principales grupos de restauración nacionales.