Con apenas dos meses de vida, Bellavista del Jardín del Norte se ha destapado ya como una de las grandes aperturas barcelonesas de este año. Con un notable éxito en cuanto a afluencia, este nuevo local pasa por ser reconocido en los medios de comunicación como el restaurante de los hermanos Messi, pero en realidad es mucho más que el apellido de un deportista famoso. Bellavista es antes que nada una propuesta fresca, lúdica y ambiciosa que los hermanos Iglesias (últimamente muy activos en cuanto a aperturas) han construido en un escenario único, con vistas a un gran jardín de 1000 metros cuadrados.

El restaurante, ubicado en la céntrica calle Enrique Granados y decorado para simular ese pueblo del que todos venimos, apuesta por una gastronomía abierta, sin una columna vertebral que la acote. Más allá de desayunos o cócteles (el local abre de forma ininterrumpida de 9 de la mañana a 11 de la noche) la carta del restaurante es heterogénea e incluye propuestas vistas en Espai Kru, tapas, sopas, arroces, o incluso personales adaptaciones de cocinas foráneas. Es por tanto una gastronomía que el propio Juan Carlos Iglesias tilda de “invertebrada”.

De esta manera, el único eje que da unidad a la propuesta gastronómica es la calidad del producto con el que se trabaja. Una calidad que se disfruta en su rodaballo, en su bao, en sus sopas o sus arroces. Una carta que se construye en equipo, con la jefe de cocina Mónica Morales, los chefs ejecutivos Ever Cubilla y Rafa Morales, los chefs creativos Ezequiel Devoto y Christian Iglesias, el director ejecutivo Sergi Villacampa, o el director de sala Juan Antonio Fuentes. Todo ello bajo la dirección general los hermanos Iglesias y Rodrigo Messi.