Dos pebrots, la nueva propuesta de Albert Raurich
Tras el parón veraniego, arranca un último trimestre que dará mucho de qué hablar a nivel de aperturas en Barcelona. El pistoletazo de salida lo ha dado Albert Raurich abriendo muy cerca de su célebre Dos Palillos el nuevo Dos Pebrots. Se trata de un restaurante donde se apuesta por los platos que se comparten y donde se vuelca la investigación sobre los orígenes de las recetas mediterráneas que están realizando Albert Raurich y su equipo.
En este nuevo establecimiento, que ocupa el espacio del histórico Bar Raval, se busca el origen de los platos en un intento de reivindicar el bagaje gastronómico del arco mediterráneo, por eso los platos aparecen descritos en la carta con especificaciones de origen, ingredientes y material de uso . “Nos excita descodificar libros antiguos como herramienta de creatividad y conocimiento. Analizar el porqué de aquella elaboración en aquellos momentos y entender cómo cocinaban, qué productos y técnicas utilizaban y explicarnos la manera en la que el tiempo ha ido arrinconando exquisiteces como las tetillas de cerdo. Queremos recuperar fermentos, curados, salazones y encurtidos. Intentar hacer la crema catalana como se hacía en el S.XIV, con miel, jengibre y ligada con fécula de arroz”.
Los clientes pueden pedir coulant de butifarra negra, verduras napolitanas sotoollio, arroz a la capuchina o chokuland, salpicón de vaca o fricandó de pescado. Propuestas del recetario tradicional y otras menos conocidas, actualizadas y acompañadas de una carta de bebidas también curiosa, con más de 100 referencias de vinos indicados por gustos y propiedades,
En esta nueva aventura Raurich cuenta con dos de los mejores hombres de Dos Palillos -el jefe de cocina, Borja García, y el jefe de sala, Mario Torres- para transmitir la filosofía de este espacio: “los camareros cocinan y los cocineros sirven; los camareros estudian, saben idiomas, conocen los productos de temporada y son especialistas en el mundo líquido. Saben de vinos y hacen licores; los cocineros acaban platos delante del cliente y los camareros reciben y se ocupan de la chaqueta".