Café Emma se convierte en territorio cocotte
De la mano de los chefs Romain Fornell y Michel Sarran, Café Emma en Barcelona celebra su quinto aniversario dispuesta a convertirse en el lugar de referencia para la cocina popular francesa en la ciudad condal. Para ello han acometido un cambio en el planteamiento de la carta apostando por platos para compartir con la cocotte como base estrella de la mayoría de platos.
Vinos franceses, ostras de Arcachon, quesos de Toulousse, omelettes, tortillas, patatas pont-neuf, postres a base de clásicos como el éclair de chocolate o el Paris Brest… todo en la nueva carta huele a la vieux France. En una presentación a los medios realizada ayer, pudimos comprobar la fidelidad a clásicos del recetario galo en todas sus facetas, desde el arranque con la terrina de pato ahumado o la ensalada de arenque con patata tibia, hasta los postres, pasando por un cap y pota con garbanzos, el huevo pochado a la lionesa con setas o las carnes a la brasa cocinadas en horno Josper entre las que disfrutamos de un Onglet con chalotas.
Como decíamos, la cocotte se convierte en el símbolo y base en la que se sirven la mayoría de platos, aprovechando su capacidad para conservar aromas y temperaturas y la oportunidad de que los comensales lo utilicen para compartir un plato o para degustarlo directamente desde este recipiente. Romain Fornell no ha querido perder su toque mediterráneo barcelonés en algunos detalles como los guisantes del Maresme con trufa negra, aunque la voluntad de los dos chefs al frente ha sido reivindicar la tradición francesa, revisada lo justo y servida a precios asequibles.
Mención aparte se merece Miguel Costa, el chef pastelero de Romain Fornell, que en esta ocasión se ha encargado de completar no sólo una completa carta de postres típicos franceses (macarons, eclaris, manjar blanc, profiteroles, tarta tatin, saint honoré) sino también una oferta de desayunos con oferta de bollería incluida, además por supuesto de sus correspondientes huevos pochés benedictines y omelettes.