Las golosinas, a estudio por parte de Mugaritz y de un sociólogo
¿Pueden ser buenas las chuches? ¿No podría ser acaso la chuche el instrumento ideal para generar un movimiento de alimentación plena en valores? Eso se están preguntando el chef Andoni Luis Adúriz y el sociólogo Iñaki Martínez de Albéniz (UPV-EHU), que han decidido lanzar el proyecto de investigación The candy Project, con la colaboración de la red internacional Slow Food y la Universidad de Ciencias Gastronómicas de Polenza (Italia).
La idea de este proyecto es rescatar la memoria de las chuches, trazar su evolución histórica, su vinculación con la educación e incidencia en la infancia, o sus texturas y sabores. En definitiva, mucho se puede estudiar sobre este concepto, que en la actualidad goza de mala imagen pese a que históricamente investigaciones apuntan a que las chuches fueron utilizadas por su valor nutricional primero y como herramienta para premiar o alabar después.
Como destaca el chef de Mugaritz, hace un tiempo que venía constatando el paralelismo entre las referencias culturales gastronómicas y las chuches de los niños. "La chuche entendiendo la revolución de lo micro con el poder de lo pequeño, en este caso el niño. No se le da importancia a la interacción del niño con la chuche, con toda la importancia que tiene. Al final es la formación del gusto en las primeras etapas de la vida de una persona con todo lo que eso implica".
El proyecto consta de dos partes, una más teórica o de generación de conocimiento en torno a las chuches, y otra más técnico práctica dirigida a la intervención e innovación social. Se prevé contar con todos los agentes implicados en la red internacional Slow Food, presentes en todo el mundo, para que reúnan información sobre la idiosincrasia de la chuche en todos los países. Este trabajo de campo permitirá una catalogar y analizar las golosinas a nivel conceptual, organoléptico y nutricional. Una información que servirá para elaborar un "mapamundi" de la chuche.
Sin duda, una iniciativa más que curiosa.