Jordi Cruz gana la primera edición del Concurso Cocinero del Año
El catalán Jordi Cruz se ha erigido como vencedor en la final de la primera edición del Concurso Cocinero del Año, celebrada el día 16 de marzo en las instalaciones de BCN Vanguardia, dentro del pabellón Restaurama de la feria Alimentaria. La respuesta tanto mediática como de asistencia y calidad de los participantes ha sido excelente, datos que confirman la clara intención de este certamen bienal de cara a convertirse en el más prestigioso concurso de cocina en España.
Jordi Cruz tiene 27 años y es jefe de cocina del restaurante Estany Clar, que está situado en Berga (Barcelona) y que cuenta con una estrella Michelín. Acaba de publicar su primer libro y quedó subcampeón en el IX Campeonato de España para el Bocuse D'Or 2005. El chef Martín Berasategui, tres estrellas Michelín y presidente del jurado, le entregó el trofeo y los 12.000 euros de premio. Antes, Berasategui aplaudió el gran nivel de este cocinero catalán y de su ayudante, "mucho mayor del que yo pudiera tener a su edad".
En concreto, el menú constó de coca de caballa con trompetas de la muerte, hojas amargas, aceite, apionabo y berenjena; lubina con rúcula, salicornia y una infusión de setas y trufa tratada como una jalea; y, de postre, leche de cabra cuajada con cacao, almendras, miel y canela. "Son tres platos que sirvo en el menú degustación del restaurante y que gustan mucho a la gente", explicó Cruz.
En segundo lugar se clasificó Flavio Morganti, italiano de 42 años afincado en Galicia y propietario del restaurante Galileo de Orense. Por último, el tercer puesto fue para Antonio Granero, extremeño de 32 años que en la actualidad está trabajando en The Fat Duck, uno de los restaurantes más conocidos de Londres. Los dos se llevaron 6.000 y 3.000 euros respectivamente.
El Concurso Cocinero del Año es el único en España avalado por la WACS (World Association of Cooks Societies). Además, es el primer certamen de cocina en el que se realizan ocho semifinales, para que haya representación de todas las autonomías, y el primero también en el que los finalistas no tienen que presentar las recetas antes de celebrarse el concurso. De esta manera, el jurado compuesto por profesionales de la cocina de primera línea no tenía manera de saber qué platos elaborarían los concursantes, hecho que favorece la independencia y neutralidad del certamen.
Cada participante elaboró en cinco horas un menú para seis personas compuesto por tres platos (postre incluído), y con un coste de materia prima no superior a los 12 euros por persona. El jurado valoró la persentación e innovación (25 puntos), el gusto y el sabor (25 puntos), la composición (15 puntos) y la preparación (15 puntos).