A diferencia de otros muchos cocineros, Bargero no sintió interés por su oficio hasta los 20 años.

Inicia su carrera en Chila, uno de los restaurantes más destacados de Argentina, para viajar
luego a los restaurantes franceses de Mauro Colagreco y David Toutain, así como a otras cocinas de Europa. De vuelta a Chila hasta su cierre en 2023, Bargero redescubre el origen y la trazabilidad de los productos, el sabor y la técnica.

Su afán por experimentar es una actitud que le ha llevado a desarrollar distintas líneas de trabajo reseñables. Una de las más interesantes gira en torno a la conservación de la carne y el pescado, que no solo permite alargar su vida comercial en un restaurante, sino también mostrar nuevas facetas culinarias de estos productos. En el caso del pescado, estas técnicas  se enmarcan además en su preocupación por la sostenibilidad del mar.