A menudo Roberto Cortez se pregunta sobre aspectos que trascienden la propia gastronomía y entra en otros terrenos, incluso en los filosóficos. Pero también le gusta abordar la percepción sensorial a través de la puesta en escena de un plato, el estudio de los líquidos como catalizadores del sabor y la incidencia de las más variadas formas de artesanía, arte y diseño en el acto de comer. En sus platos muestra una sólida base francesa, una técnica depurada y refinadas presentaciones, que combina con su pasión por la cocina experimental. En sus comidas experimentales estudia la reacción de los comensales en un proyecto que tiene actualmente su base en Seattle (Estados Unidos) y que ha bautizado como CR8. De raíces hispanas, el norteamericano Roberto Cortez también ha sido chef personal de grandes celebridades (Antonio Banderas, Eddie Murphy).

Suele incursionar en el mundo del postre, del que tiene una visión muy vanguardista, influida en sus inicios en la figura de Albert Adrià. Colabora con la firma de coberturas Amedei en los más variados platos dulces.

Biografía

• 2014 – traslada la sede de CR8 a Seattle